Tras las direcciones de Valdés Busto y Salvá, accedió en octubre de 1851 a la plaza de bibliotecario primero de S.M. Manuel Carnicero Weber. Supuso ello un cambio notable pues los dos prelados estaban más pendientes de su carrera política, como el primero, o de la eclesiástica, como Salvá. No obstante, fue periodo intenso el previo a Weber pues los años cuarenta fueron como se vio en la entrada anterior de asiento y consolidación de la Real Biblioteca (RB) en nueva y definitiva ubicación, la presente. No solo fue el traslado físico de no pocos miles de cuerpos -solo el fondo Gondomar eran unos 7000-, sino el entarimado del suelo sobre las viejas losetas, y la realización de muebles a medida en caoba que se sumaban a los trasladados de la antigua Librería de Cámara del ala de san Gil.
La nueva dirección en la RB
Weber en cambio no tuvo inclinación por las artes y sí por las letras, pero con estos antecedentes familiares, en 1841, ingresó en la RB ejerciendo como ayudante auxiliar, aunque hasta 1847 no se le reconoció oficialmente como “ayudante bibliotecario segundo”. Esos años de Salvá se ocupó ya de empezar a realizar índices de los libros trabajando con él de escribiente José Velasco Dueñas, que lo era asimismo del Archivo, y que quien asentaba las entradas; si bien desde 1849 dejaría de realizarlos al existir ya dos bibliotecarios escribientes en esta función propios de la Real Biblioteca, Juan Abdón y Joaquín Fontán. Weber dirigiría los índices en los años sucesivos con ellos dos de escribientes, sobre todo siendo de su confianza al efecto Abdón.
Dueñas, como se le llamaba, tendría un fuerte ascenso junto a la Familia Real. Publicaría Colección de cruces y medallas de distinción de España (1843) llamando la atención en la Casa Real [https://realbiblioteca.patrimonionacional.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=65538],y en 1848 ya es escribiente de la Secretaría de Palacio, pronto de Cámara, y realizó por entonces el catálogo de la Real Armería. En los cincuenta asciende en la Intendencia General y en la Secretaría de Cámara, llegando a ocuparse en los sesenta de la administración de las asignaciones a las Altezas. Pero tras la Revolución de 1868 se le apartó para ser secretario del Museo del Prado. Esto era oficialmente, privadamente, consta por el Archivo de Isabel II en la RAH que en 1874 intervino en tratos entre la ya reina madre y los Rothschild, según cartas del ministro de Hacienda Pedro Salaverría, por lo que partiendo Velasco de trabajos muy materiales en la RB, sus miras y logros fueron altos fuera de ella.
RAH, Archivo Isabel II, 9/6963 [Legajo XXIV]-doc. 27, carta de Salaverría a Isabel II sobre Dueñas.
RAH, Archivo Isabel II, 9/6963 [Legajo XXIV]-doc. 27, carta de Salaverría a Isabel II sobre Dueñas.
Carnicero accede a la dirección muy respaldado por la Casa Real. La confianza se la ganó por su buen servicio extralibrario, inventariando bienes del Monasterio de la Encarnación, coordinando obras en el mismo y, sobre todo, se ocupó de que este importante Monasterio pasase al Patrimonio pese a su anterior desamortización, asunto capital.
Al inicio se continuó el fichero manual para control descriptivo de los libros, pero el nuevo bibliotecario mayor, que quiso se le siguiera denominando de Cámara, en cambio no tenía un sentido personal de la RB, como propiedad de uso de la Real Casa, sino que ya entendió que el depósito librario palatino debía ser una gran Biblioteca de uso de eruditos y literatos, a la postre, investigadores. Y por ello debían hacerse completos índices de referencia.
La intensa política de índices
El mismo 1851 se concluyó un Inventario de la Biblioteca Particular de S.M., de todos los muebles y efectos que existen en ella [https://realbiblioteca.patrimonionacional.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=115613]. Fue compuesto por los bibliotecarios ya en servicio Juan Abdón y Joaquín Fontán, con algunas adiciones ajenas. Se empezó en 1849 y figuraba todavía en él la denominación "Biblioteca Particular de S.M".
RB, II/4039-doc. 14, Índice de 1849/51 de la RB “en sus muebles y efectos”
RB, II/4039-doc. 14, Índice de 1849/51 de la RB “en sus muebles y efectos”
Juan Abdón, presbítero, consta que era “escribiente temporero” en 1849, pero ingresó antes, hacia 1847. Al acabarse este índice era ya oficial escribiente, apreciándole entonces Salvá por sus estudios, honradez y “gallardía de letra”, afirmó. Con Weber prosiguió con intensidad con otros índices posteriores.
Joaquín Fontán, por su parte, era un gallego acomodado, consta que en los años sesenta fungía como ayudante de biblioteca, pero de verdad lo que le atraía era la poesía. Ese 1851 publicó un volumen poético prologado por Agustín Durán [https://realbiblioteca.patrimonionacional.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=4451]. Era Durán un gran conocedor de los antiguos romanceros y cancioneros hispánicos, medievales y áureos, y sin duda lo hubo de tratar en la Biblioteca ya entonces y en los años sucesivos, al igual que a Weber. Un abuelo de Fontán fue banquero de Carlos III, y su hermano tesorero de la Real Casa y Patrimonio, de ahí su incorporación, recomendada, pues además era literato como se ve. Escribía comedias teatrales y tuvo éxito con un texto escolar, La antorcha de la niñez (1863).
Agustín Durán
Agustín Durán
Carnicero dirigió en los cincuenta un relevante Índice de la Real Biblioteca del Monasterio del Escorial, acabado en 1859 en tres cuerpos, con más de 20000 asientos de impresos más los códices, con 4604 entradas [https://realbiblioteca.patrimonionacional.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=62468]. Los dos primeros volúmenes comprenden los impresos y el último, en Mesa-I-13, los códices y enseres. Los arábigos se asentaron en latín con el inicio y fin de cada códice. Abdón fue el escribiente que ayudó a coordinar el proyecto a Weber, acompañándole en el Monasterio.
Uno de los manuscritos arábigos del Índice: Compilación de fábulas y apólogos de Ibn Zafar al-Ṣiqillī, autor árabe de origen siciliano del siglo XI pero copia del XVI, grafía magrebí, con 47 ilustraciones.
Uno de los manuscritos arábigos del Índice: Compilación de fábulas y apólogos de Ibn Zafar al-Ṣiqillī, autor árabe de origen siciliano del siglo XI pero copia del XVI, grafía magrebí, con 47 ilustraciones.
Igualmente, un par de años antes se concluyó uno nuevo de la RB, asimismo en tres volúmenes [https://realbiblioteca.patrimonionacional.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=84782] y uno aparte de manuscritos en ocho [https://realbiblioteca.patrimonionacional.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=161921]. En estas tareas de los Índices siguieron trabajando Abdón y Fontán. El primero manifestó en 1859 haber acabado para la RB el Índice de manuscritos y que se ocupaba del tercer volumen de impresos, compatibilizando esta labor con los índices escurialenses. Fontán tenía más rango pues era ayudante bibliotecario mientras que Abdón ejercía de tal sin serlo oficialmente, por lo que entonces solicitó su plaza para cuando se quedara vacante, siendo mérito los índices. Era de más confianza que Fontán para el bibliotecario mayor, por su diligencia, excelente letra y conocer algo de idiomas. Finalmente tendría la plaza de Fontán al morir éste en 1864, y pronto sería bibliotecario segundo. Años después (1868), realizó el índice de la biblioteca de la infanta Isabel de Borbón [https://realbiblioteca.patrimonionacional.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=179806; https://realbiblioteca.patrimonionacional.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=180058], siendo la entrega de estos libros de la Princesa de Asturias en 1875 ya. Monárquico, fue cesado en el 69 pero reintegrado en ese año con la Restauración, ya sin Carnicero al frente. Abdón publicó algún texto religioso y no tenía perfiles literarios.
Ampliación de la planta de bibliotecarios
A fines de los sesenta constaba un tercer bibliotecario en la plantilla, Juan de Coupigny y Courten. Hijo del marqués de Coupigny, gran militar, Juan se inclinó por las letras y el teatro, siendo autor dramatúrgico. Pero muy inestable económicamente, pasó a ocuparse de la erudición y con sus buenos contactos familiares en la Casa Real, ingresó a fines de 1869. Tras unos meses a prueba, en el verano del año siguiente se le encarga el inventario de la biblioteca del que fue rey consorte Francisco de Asís de Borbón, esposo de Isabel II y que tenía significativa librería personal [una parte en https://realbiblioteca.patrimonionacional.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=179666]. En 1873 ya sería bibliotecario tercero.
Cuando ingresó lo hizo también el sevillano José María Nogués, como auxiliar, pero muy pronto fue segundo bibliotecario, oficialmente en 1871. Estos dos ingresos, tardíos en la dirección de Carnicero, eran necesarios por el ya volumen de libros existente, pero se entendió mejor con Abdón y Fontán.
Coupigny
Coupigny
Se mantiene Carnicero al frente de la biblioteca durante la Gloriosa, siendo en 1869 ratificado como “bibliotecario mayor”. Más tarde le ratificará Alfonso XII. En esos años anteriores de los cincuenta y sesenta se consolida la frecuente consulta de los fondos por los estudiosos, dada la labor bibliográfica que se realizó con los índices, caso de personalidades como Fermín Caballero o Mesonero Romanos, ambos asiduos.