Maestro Abderrahman Serghini y su proyección
No hay mucha información sobre el maestro Serghini. Sabemos que su nombre aparece en un listado junto con otros seis compañeros de profesión, además del maestro Lahlou, todos pertenecientes a aquella generación de artesanos encuadernadores que trabajaron en Fez en los primeros años del siglo XIX, hace ya más de cien años. Su nombre sigue al del pionero, Lahlou, en el listado.
Al parecer Serghini tenía, en un único espacio, su taller junto con su tienda al comienzo de la calle Thalaa, una de las calles principales de la medina antigua cuyo recorrido comienza desde la puerta [Bab] Boujloud y se dirige, cuesta abajo, hacia lo más profundo de la medina. Su situación al comienzo de la calle podría interpretarse como un reclamo para aquellos turistas de la época que iniciaran su visita a la ciudad antigua de Fez. En la tienda habría una vitrina con cueros decorados y en el taller una o dos mesas de mármol, una estantería para dejar los volúmenes que todavía no estaban encuadernados y otra para aquellos ya encuadernados y cuidadosamente envueltos a la espera de que el cliente lo recogiera.
El trabajo de Serghini debió de ser sobresaliente. Se sabe que participó en la Exposición Colonial Internacional de París, en 1931; posteriormente, en la de Chicago, en 1933; y dos años después, 1935, en la de Bruxelas. Por otra parte, en su país, Marruecos, en 1938 recibió un Diploma de 1er Premio de la Feria de [Artesanía de] Fez; repitió en 1939 con un Diploma de Honor y; finalmente, en 1948 le otorgaron el segundo premio al mejor artesano de Marruecos en la Feria de Rabat. Estaba dotado con 20.000 francos, cantidad que debía ser considerable en aquella época.
Tenía un socio, Driss Zamaï, que quedaba al cargo del taller cuando el maestro estaba ausente en las ferias internacionales, que se prolongaban varios meses.
Seguramente, nuestro maestro conoció el breve tratado de al-Sufyānī dedicado a la encuadernación y a la técnica del dorado, redactado en el año 1029 de la hégira / 1619 e.C., titulado Ṣināʿaẗ tasfīr al-kutub wa-ḥall al-ḏahab, (صناعة تسفير الكتب وحل الذهب) y que el propio Ricard se encargó de editar trescientos años más tarde, en 1919. Junto con la edición del texto original, basado en una copia de 1255 de la hégira / 1830 e.C., Ricard elaboró un cuidado índice de términos técnicos en árabe con su explicación en francés.
Es de notar que la edición menciona que está dedicada a los “jóvenes” (šubbān / شبّان) que trabajan en este oficio de la encuadernación. La intención de Ricard era distribuirla entre estos jóvenes aprendices para que contaran con un texto base que les ayudara en el inicio de sus técnicas, pues como indica también Ricard, se encontraban encuadernaciones que seguían exactamente los métodos que indica Al-Sufyānī en su obra.